MADRES DEL MUNDO. carlos

Madres, sentimos vuestra presencia incluso en la ausencia, nos dais calor en la distancia, amor en el tiempo, recuerdos desde el futuro. Una mirada de madre, no es cualquier mirada, mantiene la luz del primer día, cuando salimos de un creciente calido y hermoso cautiverio de nueve meses. Su brillo en los ojos arropa tu destino, te inicia en el camino del amor. Una madre es incondicional, bueno...su única condición es tu felicidad. Luchará por tus injusticias y no te pedirá nada a cambio. Caminará bajo la lluvia, pasará hambre, dormirá despierta, su rabia; será tu alegría, su trabajo, tu reposo, su humillación será tu dignidad. Madres campesinas, madres urbanas, madres del mundo, sois nuestro mas preciado escondite esperando nuestra dichosa libertad. No existe mejor paraguas, refugio contra huracanes, comida contra el hambre que la barriga y las entrañas de una madre.
¿Qué sexo tienen las madres?, pues no lo sé. En este instante en algún lugar de Etiopía (Wukro) o apartado barrio del Cairo, unos niños están soñando con una madre, que tuvieron y que se fue. No por gusto, si no como fuerza del destino, golpeadas por la tragedia de ser madres en un continente victima de la madre de todos los males; el poder y el egoísmo. A lo largo del día y durante la noche, varios de estos niños y niñas consiguen acariciar ese dulce placer de sentir a su mama cerca, cuando aparece, hombres de fe; fe de esperanza, de justicia, fe, de amor. Hombres, como el padre Ángel (Wukro), Alejandro (salesianos del cairo), que sin la oportuna matriz saben lo que es ser madre. Madres del mundo, brújulas de nuestras vidas y vidas ajenas, vuestro soplo de amor inflan nuestras velas para que podamos navegar con rumbo.
Esta noche algunos dormirán bajo una dulce mirada maternal, que pena que no todos los hijos del mundo puedan esta noche dormir bajo el brillo de los ojos de una madre.

Carlos